Abstract
El acelerado ritmo de desarrollo industrial, agrícola y demográfico que ha experimentado la sociedad mexicana en las últimas décadas, ha demandado el consumo creciente de más recursos naturales. Una de estas exigencias ha localizado su foco de atención en la solicitud de mayor dotación de cantidad y calidad de agua a las comunidades humanas y fabriles, pues sin la presencia de este elemento no puede realizarse ninguna actividad primaria, secundaria, terciaria o cuaternaria en nuestra sociedad.