Resumen
Con la aprobación de la Ley Televisa en marzo del 2006 se generaron muchas consecuencias económicas, políticas, culturales y comunicativas para el futuro de la sociedad mexicana. Algunas de estas repercusiones centrales giraron sobre el impacto que han producido sobre los medios de comunicación de servicio público. Así, dicha Ley permitió, entre otros conflictos, que estos se continúen concibiendo como "estaciones oficiales" al servicio del poder en turno y no como instituciones de Estado; que las nuevas concesiones se otorguen por criterios mercantiles y no directrices de servicio público; que no se les reconozca a los medios públicos la posibilidad de allegarse nuevos recursos económicos para autofinanciarse; y el perjuicio mayor representa que sólo los concesionarios pueden convertir sus frecuencias privadas en redes públicas de telecomunicaciones y no los permisionarios o medios de Estado.