Resumen
Con la aprobación de la Reforma Electoral el 12 de septiembre del 2007 en el Congreso de la Unión, el Estado mexicano formuló nuevas reglas para la realización de la comunicación política nacional que fijaron límites constitucionales precisos a la acción de los poderes fácticos comunicativos en el país. Ello creó una nueva coyuntura histórica para la edificación de un moderno proceso de difusión política que produjo, entre otras, nueve ganancias generales en el ámbito comunicativo.