Abstract
Desde hace muchas décadas en la legislación sobre la radiodifusión nacional, los medios de comunicación de servicio público han sido muy abandonados, sin otorgarles jurídicamente su verdadera naturaleza de medios de comunicación de Estado de servicio público. Debido a ello, estos han operado históricamente como instrumentos de difusión del munícipe, funcionario, ministro, gobernador, presidente, partido, gobierno, etc. que defienden o promueven los intereses del poder en turno; y no como instituciones de Estado al servicio de las necesidades de desarrollo básicas de la sociedad que los financia.