Resumen
El Congreso de la Unión prohibió la mercadotecnia político-electoral a través de la Reforma Electoral de 2007, no pudo impedir el gran truco de la venta de publicidad integrada, mejor conocida como infomerciales disfrazados de contenidos informativos o de entretenimiento para promover a los políticos con aspiraciones electorales. En este sentido, la Reforma Electoral nació parcialmente muerta, pues antes que el Congreso ordenara la prohibición y modificara varios artículos constitucionales, los grandes consorcios audiovisuales, partidos políticos y otras empresas lograron darles la vuelta a los nuevos candados, gracias a las lagunas legales existentes aún en la Ley Federal de Radio y Televisión y la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión.