Abstract
La conjunción de complejos factores políticos creó una realidad muy difícil de ser aceptada por grandes sectores de ciudadanos para concederle otro voto más de confianza a la partidocracia convencional capitaneada por el PRI con objeto de continuar ejerciendo el modelo de gobernanza tradicional que había ocasionado tanto daño al país. Esta descomposición sistémica del proceso de gobernabilidad le permitió al frente Juntos Haremos Historia colocarse imaginariamente en la percepción de grandes multitudes como la opción electoral más eficiente para canalizar el fuerte descontento social y transformar al país.