Abstract
Después de experimentar los medios de comunicación públicos una larga etapa histórica de subordinación a los poderes gubernamentales establecidos y renunciar con ello a su misión esencial como canales del Estado mexicano al servicio de' la sociedad; la Reforma Constitucional de las Telecomunicaciones y la Radiodifusión del 2013 sentó bases fundamentales para crear otro modelo de comunicación colectivo más justo y equilibrado para el país, a través de las industrias culturales electrónicas de naturaleza pública. Así, introdujo diversas concepciones y normatividades fundacionales para superar el viejo prototipo de difusión masiva e introdujo nuevas bases jurídicas de gran trascendencia para alcanzar algunas de las garantías comunicativas esperadas por la ciudadanía durante más de siete décadas en el país.