Resumen
La oposición entre la información que transmite la televisión y la crudeza de la vida real que soporta la población mayoritaria del país es tan grande que se ha creado un abismo entre los mensajes que se difunden televisivamente y lo que se experimenta en la vida diaria La evidencia de los antagonismos entre cultura televisiva y realidad nacional son tan abundantes que atraviesan el panorama económico, la cuesta de enero, el desempleo, la expresión ciudadana, la participación política de la sociedad civil, la situación agraria, el rubro de la alimentación, el horizonte de la educación, la infraestructura de la identidad nacional, la paz mundial, el renglón del alcoholismo, la vida de la mujer, el panorama de la niñez, y muchos otros más, especialmente la cultura ecológica, la desertificación del país y el retroceso forestal.