Abstract
La iniciativa de tratar de delimitar la verdad y la mentira en una sociedad moderna siempre será un ejercicio necesario y loable para mantener la formación de una opinión pública sana que colabore a tener una convivencia social más equilibrada y responsable. Por consiguiente, las fake news deben combatirse en todas los gobiernos, ideologías, ámbitos, creencias, espacios, grupos y no solo en la esfera del periodismo o de la comunicación. Hoy, México vive una guerra informativa de alta intensidad protagonizada por dos grandes polos que se enfrentan: por una parte, la intervención del nuevo gobierno que pretende instaurar el proyecto de la Cuarta Transformación histórica, y por otra parte, los embates comunicativos de los sectores opositores que critican los errores y excesos de la nueva administración.