Abstract
La construcción del nuevo proyecto de desarrollo neoliberal que se está gestando en la sociedad mexicana no sólo ha demandado modificaciones profundas en los campos económico y político de nuestro país sino también en el cultural y en el de la comunicación. Por ello, dentro del modelo de desarrollo moderno que México ha adoptado al incorporarse al Tratado de Libre Comercio, debemos tener presente que para que éste se consolide no sólo tiene que propiciar, en el terreno infraestructural, la transformación de los procesos productivos y de otras realidades, sino que también exige, en el ámbito supraestructural, la adecuación profunda de los medios simbólicos de información y del proceso global de comunicación a las nuevas condiciones económicas que han surgido.