Abstract
Reflexionar sobre cuál debe ser una agenda para el futuro de las múltiples escuelas de comunicación en el país al terminar la primera década del siglo XXI, es un desafío muy complejo por todas las exigencias que demanda el complicado escenario curricular, técnico, académico, laboral y profesional de la comunicación contemporánea en nuestro país. Por ello, antes de involucrarnos en cualquiera de las prospectivas parciales de las áreas endógenas anteriores, es indispensable regresar al origen social y humano de la comunicación que es la única perspectiva que la puede justificar, y desde allí, repensar una agenda futura para las instituciones de enseñanza e investigación de la comunicación en México.