Abstract
En diversos momentos del desarrollo de las ciencias sociales, especialmente en su fase contemporánea, la comunicación masiva como fenómeno social, ha sido analizada en las sociedades de clases, por diversas corrientes de estudio de corte cultural, como una simple actividad humana o un quehacer institucional que no guarda una vinculación directa con el conjunto de procesos y de relaciones sociales que componen la estructura global del sistema. Nos referimos a las corrientes funcionalista y estructuralista de análisis de la comunicación, que de manera prolífera han elaborado diversas interpretaciones atomistas, sobre la función que desempeña ésta en el interior de la sociedad.