Abstract
En un clima de profunda crisis nacional enmarcada por el alto desempleo de los habitantes, el avance incontrolable de la corrupción, la de pauperización del poder adquisitivo de las mayorías, la creciente migración de trabajadores a los EUA, el progreso de la inseguridad en todos sus niveles, la falta de futuro para los jóvenes, la baja credibilidad ciudadana en la política, la decadencia del sistema de educación pública, la deshumanización progresiva de las principales ciudades del país, la pérdida del liderazgo de México a nivel internacional, la existencia de una guerra contra los carteles del narcotráfico que ha dejado más de 60,000 muertos, el avance del deterioro ideológico en todas las coordenadas de la República, etcétera; los partidos políticos iniciaron sus campañas de propaganda electoral para renovar a los poderes públicos de la nación en julio del 2012.