Resumen
Después de varias décadas en las que el Estado mexicano renunció a ejercer su responsabilidad rectora y equilibradora en el terreno de la comunicación colectiva, fue hasta septiembre del año 2007 que, siguiendo el claro veredicto que planteó la Suprema Corte de Justicia de la Nación al anular la Ley Televisa en junio de ese mismo año, que el Poder Legislativo resucitó la herencia y riqueza constitucional altamente revindicadora del proyecto de comunicación nacional y desde allí generó las bases para que se crearan otras transformaciones profundas en el modelo de difusión colectiva en el país. Fue hasta ese periodo histórico cuando el Congreso de la Unión rescató su naturaleza soberana de Estado nación y reconquistó su fuerza estructuradora como poder central sobre la colectividad en el ámbito comunicativo.