Resumen
Á principios del siglo XXI, los medios electrónicos se han convertido en el Primer Poder Ideológico de nuestra sociedad contemporánea y han alcanzado el rango de poderes fácticos salvajes con un enorme peso estratégico en el proceso de conformación económica, política, social, cultural y espiritual del Estado y de la vida nacional moderna. Por ello, el Estado Nación mexicano, a través de sus poderes republicanos, especialmente de la Suprema Corte de Justicia, deben evitar la concentración y monopolización de estos recursos tecnológicos por modelos duopólicos u oligopólicos cuyos intereses se oponen a la apertura, la pluralidad, la participación, la competencia, el equilibrio, el crecimiento igualitario de la población y a la expansión de la democracia del país; y lo que pretenden, en última instancia, es la subordinación del Estado a los intereses monopólicos de los grandes sectores comunicativos, para disputarse la riqueza del país.