Abstract
El agotamiento del modelo de desarrollo tradicional de México a lo largo de los últimos 15 años, las presiones impuestas por bancos extranjeros para renegociar la deuda externa y la consecuente crisis sociopolítica que de esto se ha derivado, provocó que el Estado mexicano abandonara su estrategia de consolidación interna a través de su clásico esquema de substitución de importaciones, seguido durante las tres décadas pasadas, y adoptara como salida básica de crecimiento, especialmente a partir de 1982, el proyecto de anexión urgente al mercado mundial que propone financiar desarrollo interno a partir de las exportaciones.