Abstract
La transformación de la normatividad electoral en México en el año 2007 y 2008 reguló la vieja relación desigual existente entre partidos políticos y medios de información electrónicos en períodos electorales. Mediante ello, se redujo la fuerte presión que ejercían los monopolios mediáticos sobre los candidatos de los partidos políticos, particularmente en las etapas electorales, para subordinarlos a sus intereses monopólicos. Sin embargo, pese a los relevantes avances regulatorios introducidos la comunicación política dicha iniciativa quedó con diversos vacíos jurídicos importantes que la colocan en una importante situación de vulnerabilidad normativa para equilibrar eficientemente estos procesos y producir consensos políticos equilibrados para transitar pacíficamente a la democracia nacional.