Abstract
La transición a la democracia exige un nuevo modelo de comunicación nacional que responda a las necesidades comunicativas de crecimiento y bienestar de los grandes grupos sociales, por eso urge reformar las actuales características del derecho de réplica, aprobado a satisfacción de los concesionarios de radio y televisión, así como garantizar una auténtica libertad de expresión y el derecho a la información.