Abstract
Pese a que el triunfo de la Ley Televisa ocasionó que se frustrara temporalmente el objetivo global de democratizar el sistema de comunicación de la República, esta realidad no sólo representó que únicamente se dieran pérdidas para la sociedad mexicana; sino que también provocó que se conquistaran algunas ganancias sociales en éste periodo de construcción de nuestra frágil democracia moderna, especialmente comunicativa, a principios del siglo XXI.