Abstract
El modelo de desarrollo modernizador que gradualmente adoptó México en sus estructuras económicas y sociales al final del siglo XX y principios del XXI con el Tratado de Libre Comercio y otros acuerdos globalizadores para incorporarse al nuevo orden mundial surgido después de la guerra fría, basado en el supuesto del mágico poder regulatorio de la Mano Invisible del mercado para dirigir la participación social; comprobó en dos década sus enormes limitaciones y las bárbaras deformaciones humanas que produjo.