Abstract
El proceso de transformación moderna que experimentó México desde 1 de enero de 1994 a la fecha con la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLC), generó profundos cambios en la estructura cultural, informativa y espiritual de nuestra República. Ante ésta realidad histórica, el problema ahora ya no es preguntamos veinte años después si aceptamos o no la globalización cultural e informativa que se impuso en todo el mundo a finales del siglo XX y principios del XXI; sino que actualmente debemos preguntamos ¿cómo con la aplicación de las leyes del mercado del Tratado de Libre Comercio se transformó el esqueleto y la dinámica de nuestra cultura y comunicación nacionales y qué se debe hacer en las próximas décadas para avanzar en este terreno?