Abstract
No obstante los aspectos favorables que se conquistaron con la aplicación del modelo de difusión política en las elecciones intermedias de 2009, de igual forma emergieron múltiples aspectos negativos que impactaron significativamente sobre el proceso democrático de la renovación de los poderes en México. Dentro de dichos aspectos figuraron, entre otros, la intervención y la victoria de los poderes mediáticos que burlaron la acción de las nuevas normas que incorporó la reforma electoral. Por ello, es necesario realizar una nueva reforma electoral que remedie jurídicamente con nuevas propuestas normativas más precisas los vacíos legales que dejaron las leyes electorales en el ámbito de la comunicación política, para evitar que surja la ilegalidad electoral y, con ella, la anarquía social en las próximas elecciones nacionales.