Abstract
El modelo del "desarrollo" occidental que han seguido las naciones modernas de los últimos siglos a la fecha ha producido una expansión tecnológica aceleradísima en el campo material de la vida y ha generado una profunda destrucción de nuestros ecosistemas y entornos humanos de existencia. De esta forma, paralelamente a la expansión del confort de la vida moderna, hoy experimentamos la existencia de una acentuada mentalidad ecocida que se concretiza en la presencia de masivos comportamientos humanos rapaces sobre la naturaleza que no tienen limites, ni proporción para destruir. Así, al final del siglo XX, hoy experimentamos a nivel planetario la ruptura más profunda de la relación entre hombre-naturaleza que se ha dado en toda la historia de la existencia humana.