Abstract
Los nuevos criterios no solo corrigieron el tipo de programación inadecuada que existe actualmente en la televisión mexicana, sino que la agravaron colocando en horas más tempranas, al alcance de los niños y de las familias, contenidos más duros de violencia, adicciones, valores antisociales, escenas fuertemente sexuales, capítulos del narcotráfico, prostitución, sustancias nocivas, trata de personas, discriminación de sujetos, humillación de género, estereotipación de la vida, ridiculización de individuos, lenguaje soez, alimentos nocivos, hábitos alimenticios insanos, presentados atractivamente como diversión y como tendencias aspiracionales para imitarse conductualmente como parte de la "modernidad" del "éxito social".