Abstract
La aprobación de la contrarreforma comunicativa hacia los Derechos de las Audiencias generada por el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, la Iglesia, los medios comerciales de difusión, la Cámara de la Industria de la Radiodifusión (CIRT) y otros sectores empresariales llevó a la sociedad mexicana a enfrentarse a un modelo de comunicación y cultura colectiva regresivo, contra democrático y anti civilizatorio que, provocará, entre otras, las siguientes importantes consecuencias en el ámbito de la comunicación de servicio público, la competencia del órgano regulador (IFT), el modelo de comunicación colectivo y la pluralidad.