Abstract
La transformación de la normatividad electoral en México con la Reforma electoral en 2007 reguló la vieja relación desigual entre partidos políticos y medios de información electrónicos en periodos electorales y construyó un nuevo modelo de comunicación política en el país. Mediante ello, se redujo la fuerte presión que ejercían los monopolios mediáticos sobre los candidatos de los partidos políticos, particularmente en las etapas electorales, para subordinarlos a sus intereses monopólicos. Sin embargo, pese a los relevantes avances regulatorios introducidos en la comunicación política, dicha iniciativa quedó con diversos vacíos político-jurídicos importantes que la colocan en una importante situación de vulnerabilidad normativa para equilibrar eficientemente estos procesos y producir consensos políticos equilibrados para transitar pacíficamente a la democracia nacional.