Abstract
Tradicionalmente, la radio en México se ha desarrollado de manera vertiginosa siguiendo las presiones de adaptación tecnológica impuestas por la dinámica de la Tercera Revolución Industrial o la Sociedad de la Información en el país y en el mundo. En este proceso acelerado de evolución, la radio ha crecido fundamentalmente siguiendo la dirección material que le ha impreso dicha revolución tecnológica, sin examinar la repercusión de los contenidos culturales y educativos y la relación que guardan con la sociedad que los recibe y asimila. Esto es, su dinámica de expansión ha privilegiado sustantivamente su tendencia como industria cultural y no la relevancia cultural y emocional que produce sobre la estructuración mental de nuestra sociedad.