Abstract
La mutación comunicativa más grande que se ha producido con la incorporación de México al Tratado de Libre Comercio, ha sido el retiro creciente del Estado mexicano como instancia rectora de los procesos de cultura y comunicación nacionales, para ahora delegar su dirección a la dinámica del mercado con su mecanismo de laissez faire informativo. Dicha tendencia reforzó notablemente el modelo de comunicación-mercado en nuestro país y marginó la presencia de otros modelos de comunicación social, especialmente de servicio público. Con ello, surgió el reinado de la cultura idiota o cultura parasitaria que ha generado silenciosamente una profunda crisis ético-moral y de sobrevivencia colectiva en el país.