Abstract
1990 es una señal en la historia del tiempo mexicano que no sólo fija el transcurrir de más de 20 siglos de existencia humana en nuestro territorio, sino que es sobre todo una marca que determina una década de desarrollo perdido para nuestra sociedad. Es decir, es una huella simbólica que nos indica que nuestra comunidad nacional termina diez años de vida moderna quedando peor alimentada, con menos oportunidades de empleo, con un salario más deprimido, con mayor destrucción ecológica, con menos acceso a la vivienda, con menos alternativas de esparcimiento, con más dificultades para vestirse, con menos espacios verdes para vincularse con la naturaleza, con mayores obstáculos para alcanzar educación media y superior, etc.